En Nepal hay una regla que necesitamos cumplir a rajatabla: no beber agua que no se haya tratado. Esto tiene un pero y es que como visitantes foráneos (y no somos pocos), con cada botella precintada que abrimos, contribuimos a la acumulación de kilos y kilos de residuos, causando un notable impacto en el medio ambiente.
Por ello, te recomendamos que no olvides traer contigo botellas reutilizables para rellenar. Muchos hoteles, hostales y guest houses ponen a disposición de los clientes bidones de agua purificada, la mayoría gratuitos o sino a 10rp el litro. Así que en medida de lo posible es de gran ayuda evitar abrir otro envase más si nos ofrecen esta alternativa.
Tomar té no suele conllevar peligro alguno en las ciudades y en los pueblos, los locales hierven el agua que consumen. Una vez en la montaña, recordad que las pastillas potabilizadoras o el MMS serán de mucha utilidad para potabilizar agua no embotellada cogida directamente de los ríos.
La botella que siempre llevamos es de Vapur (la compramos en Singapur), completamente libre de BPA y gracias a que es flexible, apenas ocupa espacio en la maleta.
¡Feliz eco-viaje!
