Safranbolu sigue conservando la textura caprichosa de una ciudad otomana, con calles vestidas de casas históricas apoyadas sobre adoquines irregulares que alguna vez, fueron parte de la ruta comercial entre Europa y Oriente hasta el Mar Negro. Su importancia arquitectónica es indiscutible y su belleza es bien conocida por los turistas turcos, que acuden en masa los fines de semana para fotografiar cada rincón de esta joya tradicional. Una parada obligada en todo viaje por Turquía donde cada esquina sabe a azafrán y huele a jabón casero.
Dos días en Safranbolu dejan un buen sabor de boca y con la plena satisfacción de haber aprovechado el tiempo sin dejarse nada en el tintero. Aquí te proponemos nuestro listado personal de actividades para disfrutar visualmente de las historias de la Anatolia profunda.
Qué hacer en Safranbolu
Pasear entre las calles con casas otomanas
Sin ningún destino en concreto, recorrer los recovecos de Safranbolu, admirando su arquitectura de fachadas singulares que combinan la piedra enyesada con las vigas de madera. Todas pintorescas, coquetas y en su mayoría originales, con alguna restauración que otra para preservar el encanto del conjunto.
La Kileciler Evi y la Kaymakamlar Müze Evi se pueden visitar por dentro para hacerse una idea de la distribución hogareña y las escenas cotidianas que acontecían en sus estancias.
Admirar Safranbolu desde las alturas
Hay tres puntos de vista interesantes para divisar los tejados rojos de esta pequeña ciudad:
- Desde el Hıdırlık Hill, donde también se encuentra la tumba del Gobernador Hasan Pasha. Las vistas son magníficas tanto durante el día como por la noche. En principio, entramos antes de las 9 de la mañana y no había nadie para cobrarnos entrada.
- Desde el Museo Histórico de la ciudad, de acceso gratuito, cuenta con una torre del reloj justo detrás y un kale (castillo) al que no se puede acceder ya que está cercado por cuestiones militares.
- Por 1 TRY podremos subir a la azotea del Cinci Han, un caravasar del siglo XVII ahora reconvertido en hotel. Su patio interior tiene aires moriscos con fotogénicos arcos distribuidos en dos plantas.
Tomar un té en Yemeniciler Arastasi
Durante el día, las tiendas de artesanía se abren para atender al visitante, que se cobija a la sombra de las parras y cuando cae el sol, tan solo queda relajarse con el sonido de la música otomana en vivo mientras se degusta un apetecible té de azafrán (viene servido con miel aparte) o un curioso té de manzana, endulzado con frutillas y moras. 100% recomendado.
Atención: la actuación nocturna de música en vivo vendrá ‘incluida’ en la cuenta final (3 TRY).
Visitar el pueblo de Yörük Köyü, el acueducto de İncekaya junto al cañón de Tokatlı y la cueva Bulak
Una de las maneras para visitar estos 3 puntos, sin hacer demasiados cambios de transporte, es con taxi. El precio ‘estipulado’ para esta ruta es de 100 TRY (con tiempos de espera) y dura unas 3:30h, por lo que es mucho mejor compartir los gastos entre 4-5 personas.
Junto a dos Taiwanesas, iniciamos el itinerario en el pueblo de Yörük Köyü, a 15km al este. Las casas no están tan bien conservadas como en Safranbolu pero sus calles desérticas y decadentes merecen una una pequeña visita. Antes de retomar la ruta, se puede disfrutar de un gözleme de patatas recién hecho justo en el café que hay nada más entrar en el pueblo.
El siguiente punto es el acueducto de İncekaya, a 7 km de Safranbolu, de la época bizantina y aunque esté vallado, se puede acceder por un pequeño orificio hecho adrede y pasar al otro lado.
A 100 metros del acueducto hay un mirador sobre el cañón de Tokatlı llamado Kristal Teras, con buenas vistas sobre éste por unas pocas liras.
El recorrido finaliza en la cueva Bulak, a 10km al noroeste de Safranbolu. Éramos un poco escépticos en visitarla pero realmente sus formaciones rocosas y profundidad nos sorprendieron para bien. Es considerada una de las más profundas de toda Turquía.
Safranbolu en imágenes
Dónde dormir
La pensión Efe Backpackers ofrece diferentes tipos de habitaciones muy limpias y dormitorio común en una casa otomana. La habitación doble y baño compartido por 60 TRY. El desayuno de estilo turco, ya incluido en el precio, se toma en el comedor de la última planta, con enormes cristaleras y vistas a la ciudad.
