La pasta de sésamo, o tahini, es antioxidante, aporta proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y ácidos esenciales. Contiene una alta dosis de calorías por lo que una capa fina distribuida sobre el gajo de manzana es más que suficiente.
La manzana es una fruta neutra muy compatible que podremos combinar con las grasa de la semilla del sésamo. Refrescante, hidratante y rica en fibra. Si es de procedencia orgánica, podremos comernos la piel y beneficiarnos de sus propiedades nutritivas y antioxidantes. Si no lo es, mejor pelarla.
En países del Medio Oriente, el tahini es un ingrediente básico que forma parte de sus gastronomías y fácilmente disponible en las estanterías de sus supermercados. Entonces, ¿por qué no beneficiarnos de su fantástico potencial?
